Es posible que siempre me hayan visto de muy buen humor. También es posible que algunos piensen que no tenga un humor negativo. No. De hecho, en muchas ocasiones, tengo que lidiar con esa pequeña semilla del mal que de alguna u otra manera termina germinando.
Unas pocas veces me encuentro con gente cuya mera presencia es capaz de poner una bomba en mi tranquilidad al grito de Al·lahu-àkbar. No es que yo sea mala persona o los del lado opuesto así lo sean, es que, simplemente, soy incapaz de tratar con aquellas personas. Aún así me esfuerzo por no dejarme dominar por las malas pulgas y minimizar los daños en las situaciones complicadas.
Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, algunas personas con las que tengo un excelente trato hacen cosas que me sacan de mis casillas. Cuando arruinan mi concentración con cosas muy improductivas, cuando alzan la voz casi rozando el griterío sin ningún motivo aparente, cuando no me dejan disfrutar de un rato en tranquilidad, cuando quiero tomarme una cerveza o un café sin que salga la típica conversación de marujeo malsano, etecé, etecé.
Pero lo que más me pone de mal humor es cuando, por alguna razón ajena a mi, recibo un trato agresivo. Como si yo fuera el culpable de su desgracia, como si yo fuera un infraser despreciable o de que simplemente no haya podido echarse la siesta tranquilamente. Yo que sé.
Pese al mal humor que pueda ponerme, siempre encuentro esto como una motivación. Suelo pensar que me encuentro en la misma situación de muchísima gente que está lidiando con sus propios problemas y con los problemas de sus más próximos. Siempre podré esforzarme más y más para salir de ese "agujero" que nos encuentros todos para poder llegar a otro lugar mucho mejor, haciendo lo que me gusta al lado de la gente que también le gusta lo que está haciendo. Es como intentar ver la luz en un caos menguante, reptante y transitorio pero sin ser demasiado dramático.
Si alguna vez me ves de mal humor, no es complicado llevarme al polo opuesto. Tan solo dame una buena charla, una gominola o simplemente dame una buena colleja.
En fin, es muy tarde y hay que hacer algo productivo. Nos vemos por el camino.